50 años después

En los años 50, la policía está tras el rastro de un violador y asesino en California, pero no hay suficientes pistas. 5 décadas después y con la nueva tecnología forense, los investigadores sacan a la luz antiguos crímenes.

Un conductor atropelló a un hombre que andaba en bicicleta y se dio a la fuga. Pero se llevó algo tan importante como el propio testimonio de algún testigo. En el lugar del accidente se quedaron varios trozos del carro, así como impactos en la bicicleta.

Después de un terrible incendio, los investigadores se preguntaban si había sido un accidente o provocado. Tuvieron que analizar un cigarro encendido y recrear un incendio virtual para determinar al posible culpable.

Una señora desapareció de un día para otro. Pocos días después, su vecino fue atropellado y la policía quiso saber si había alguna conexión. 20 años después, su cadáver fue exhumado para saber qué fue lo que sucedió.

¿Qué nos puede decir un cráneo sobre la vida de una persona? ¿Y sus huesos nos podrían decir cómo murió? Una dibujante forense, un antropólogo y un satélite nos pueden dar información que jamás imaginamos.

En la actualidad, nuestras vidas están vigiladas por cámaras de seguridad por todos lados. Nuestros recorridos en auto, transporte o nuestras llamadas telefónicas son rastreadas por satélites. Esta historia se basa en traición, lujuria y avaricia.

Una madre de familia amanece muerta en su cama. Una pistola en su mano y una nota suicida apuntan a que se quitó la vida, pero una clienta de un bar, una prenda colgada en la chapa de una puerta y una muestra de saliva, desatan muchas interrogantes.

Los investigadores encuentran un diskette que está hecho pedazos el cuál puede contener información valiosa para resolver un caso. Recurrieron a los avances tecnológicos para poder reconstruirlo y así hacer historia forense.

Los crímenes con bomba son difíciles de descifrar porque el criminal huye de la escena y todas las pruebas se deshacen, pero si saben lo que se está buscando, se puede encontrar lo necesario: el trozo de un plástico del tamaño de un grano de arena.

Los médicos forenses pensaban que se trataba de una muerte accidental, pero las muestras periciales hacían sospecha de algo más siniestro. ¿Será posible que un reloj despertador y una bolsa de basura descubran el asesinato de una mujer?

Los investigadores estaban abrumados por la brutalidad en un solo caso: incendio, asesinato, fraude, suicidio y más. El regadero de pistas dejó atónitos a los agentes. ¿Podrían los médicos forenses resolver el terrible caso?

Parecía ser un accidente común y corriente, hasta que un policía sin experiencia forense quiso investigar, pero no encontró nada. Después, unos cálculos en física y pruebas forenses determinaron lo que le quitó la vida a una mujer en una noche de invierno

La fascinación de un hombre por las damas de la noche tenía aterrorizada a todo un condado. De no ser por unos tenis y unos fragmentos de bala, jamás se hubiera encontrado al culpable. El principal sospechoso era un experimentado policía.

A veces, el ADN es la única forma de dar con un criminal, pero ¿qué pasa si no hay sospechoso con qué hacer el comparativo. En este caso, los genetistas trabajan arduamente para poder localizar al sospechoso con la información genética.

Una casa preciosa, una mujer rica, un asesino malvado. Mientras su marido lloraba, los investigadores buscaban pistas. Una tarjeta de felicitación, una bailarina exótica y una operación quirúrgica, descubrieron los investigadores algo que no habían visto.

En este caso, con la ayuda de un biólogo, se puede esclarecer la desaparición de una chica. Una adolescente rebelde y un padrastro con poca paciencia hicieron la mezcla perfecta para llevar a cabo un asesinato que terminó con el culpable tras las rejas.

Un coche se sale de la carretera y cae a un río, pero el conductor no está por ningún lado. Para obtener respuestas, los investigadores recrean el accidente y llegan a la conclusión que fue asesinato. Una obsesión de mucho tiempo terminó en tragedia.

Una chica tenía un gran futuro, un novio que la amaba y una gran fe en Dios. Entonces, ¿por qué se suicidó? Unos sujetadores para el cabello y restos de oro debajo de sus uñas aportaron la respuesta.

La última vez que vieron a Betty Lee, estaba hablando por teléfono. Al día siguiente, su cuerpo fue encontrado en el desierto en Nuevo México. Las pruebas forenses afirman que había dos sospechosos de su muerte, pero un teléfono celular develará la verdad

Una joven arquitecta falleció días antes de testificar en un juicio criminal. Su diario contenía historia de sexo, traición e intriga. Los investigadores tenían que descubrir si esas historias eran ciertas. El esposo era el principal sospechoso.

En un condado muy tranquilo, la policía recibe una llamada en la que reportan un asesinato. Los forenses van a investigar y se encuentran con un caso complicado ya que el delincuente no dejó ninguna pista para poder atraparlo.

El asesinato de un excéntrico millonario no fue una sorpresa. Siempre presumía su dinero y le preocupaba su seguridad. Los investigadores creían que había sido solo un robo, pero se preocupaban si había algo más. De inicio, las sospechas eran por su hijo.

La fe religiosa a menudo puede unir a las familias, pero no siempre. La muerte de una joven plantea la interrogante sobre su iglesia y al final, pone a prueba la fe de todos los implicados. Una pareja se une en matrimonio y luego viene la pesadilla.

El asesinato de un joven universitario consternó a todos sus conocidos cuando al parecer, él conocía a su agresor. Tres minúsculos cabellos y algunos restos de piel debajo de las uñas de la víctima develaron la información que tanto habían buscado.

Una joven madre murió después de cenar en un exclusivo restaurante. La búsqueda de pistas llevó a los investigadores a encontrar algo en el armario de un exclusivo club de nudistas y bajo la piel de una joven.

El hecho de que dos mujeres fueran asesinadas de la misma manera en la misma ciudad, quería decir que había un asesino serial suelto. Gracias a la investigación forense, encontraron trozos de un metal muy específico y deberían saber de dónde salió.

¿Las brisnas de hierba son como huellas dactilares que cada una es distinta? Así como los copos de nieve, cada uno distinto de las demás. La policía de las Bahamas pensaba que toda la hierba es igual, hasta que una botánica forense demostró que no.

Una chica desapareció después de montar a caballo. Unas partículas de metal, madera y pintura desgastada por el paso del tiempo dan una pista de lo que sucedió. Así como una fotografía de la última persona con la que estuvo.

El asesinato de una famosa personalidad de radio hizo que la policía se preguntara quién podría querer que muriera. Un trozo pequeño de plástico, un perro rastreador y una esponja, fue todo lo que los investigadores necesitaron para encontrar la respuesta

Hubo un tiroteo en la ciudad de Oklahoma. La revisión de los disparos da como resultados que había por lo menos dos tiradores. Las marcas pequeñas en los casquillos de una escopeta, unos tejidos chamuscados y la recreación del crimen, revelaron la verdad.

Cuando una persona es incinerada, el calor hace que todos los rastros de juego sucio se desintegren. Al menos eso se creía hasta que un médico forense de Texas creó una nueva técnica para analizar las cenizas y así hacer historia en la tecnología forense.

Un hombre que dormía plácidamente fue brutalmente asesinado. El hombre tenía 3 exmujeres por lo que los sospechosos no faltaban. Una huella en el lodo, una muestra de sangre eléctricamente cargada y una recreación de salpicaduras de sangre, lo resolvieron

Regularmente los criminales dejan huellas en la escena del crimen, la clave es encontrarlas. Los científicos utilizaron polvo fluorescente, gases de pegamento instantáneo y una base de datos para identificar al sospechoso de un homicidio ilógico.

El dueño de un restaurante fue encontrado muerto en su despacho y poco después, su ayudante de cocina se suicidó. ¿Estaban relacionadas ambas muertes? Los investigadores forenses tuvieron qué hacer una minuciosa investigación para encontrar la respuesta.

Washington es una ciudad marcada por la cantidad de acontecimientos históricos. Pocos saben que en ella tuvo lugar uno de los incendios más fuertes de los Estados Unidos. Muchos de los piromaníacos que los provocan, dejan pistas y deben ser encontradas.

En Wisconsin es raro escuchar la sirena de alguna ambulancia, así que la muerte de una joven que gozaba de buena salud ha causado un gran impacto. Para resolver el misterio, un informático, un forense y un experto en suicidios obtienen las respuestas.

Tres homicidios en dos continentes distintos, todos parecen cometidos por un asesino profesional. ¿Estaban relacionados entre sí? La INTERPOL, el FBI y las autoridades locales buscaron una respuesta y la encontraron en una vieja máquina de escribir.

A menudo una bomba destruye pruebas tales como su ubicación o cómo se ha elaborado el explosivo. Pero algunos elementos microscópicos salen ilesos. Estos diminutos fragmentos tienen algo que decirnos y a menudo, quién es el autor.

Un asesino trató de eliminar todas las huellas del crimen, pero progresivamente fue añadiendo nuevas pruebas que dejaron estupefactos a los investigadores. Hasta que los científicos probaron una técnica que nunca había sido aplicada en un caso criminal.