En 1974, el director chileno Alejandro Jodorowsky, comenzó a trabajar en su proyecto más ambicioso. Protagonizada por su propio hijo de 12 años Brontis junto a Orson Welles, Mick Jagger, David Carradine y Salvador Dalí, con música de Pink Floyd y arte de algunos de los talentos más singulares de la época, como HR Giger y Jean "Moebius" Giraud, la adaptación de Jodorowsky del clásico de ciencia ficción de la novela Dune estaba a punto de cambiar para siempre el cine.