Cuando se le pide a la Galería Nacional Real de Londre que envié a su mejor erudito para supervisar la revelación del cuadro “La Madre de Whistler” en California, envían a su empleado más inepto y al que más detestan, en un intento desesperado por sacarlo de sus vidas. Ese empleado es Mr. Bean ¡el maestro del desastre! A los pocos días de haber llegado, Mr. Bean destruye virtualmente todo lo que encuentra a su paso, ya sea la carrera o el matrimonio de su anfitrión o la pintura más grande de America. Olvídense de los volcanes y las invasiones de extraterrestres, ahora el horror tiene un rostro humano.