La furia divina

Al perder a sus padres a una temprana edad, Yong Hoo (Park Seo Joon), ha pasado su vida entera resentido con Dios por su renuencia a salvar a las personas que él amaba más en este mundo. Al crecer sin fe o una familia, Yong Hoo se ha dedicado a una sola cosa: convertirse en el mejor luchador de MMA del mundo. Veinte años más tarde, Yong Hoo se ha convertido justo en eso. Después de una intensa pelea en los Estados Unidos, Yong Hoo regresa a casa en el largo vuelo hasta Corea como una oportunidad de tener un muy necesitado descanso. Pero su sueño es todo menos pacífico. Al despertar de una pesadilla infernal, Yong Hoo descubre que ahora tiene una aflicción inusual: unos estigmas. Con heridas en las manos que solamente empeoran conforme pasa el tiempo y una serie interminable de aterradoras pesadillas, Yong Hoo se encuentra en un lugar de absoluta desesperación. Sin saber qué más hacer, busca el consejo de doctores y chamanes, pero en vano. Con muy pocas opciones ante él, Yong Hoo recurre al lugar que se ha pasado la vida entera evitando: la iglesia.  Buscando la ayuda del padre Ahn (Ahn Sung Ki), Yong Hoo rápidamente se entera de que sus males no son de este mundo. Forzado repentinamente a aceptar el hecho de que el mundo está lleno de horrores indescriptibles, Yong Hoo tiene muy pocas opciones ante él. A medida que el mal comienza a aproximarse a ellos, Yong Hoo y el padre Ahn se unen para librar una guerra contra los demonios que buscan destruir todo lo que es bueno en el mundo.  Una emocionante batalla sobrenatural del bien contra el mal, "La furia divina" es una película de horror y acción de 2019 dirigida por Kim Joo Hwan.